55,00€ (IVA incl.)
Pieza de 1 kg
Perfecto para comidas especiales
Ideal para hacer al horno o a la parrilla
El gallo de San Pedro (Zeus faber) es común en el Mediterráneo y vive en fondos arenosos y fangosos. Su carne es fina, delicada, aromática y melosa. Es muy valorada por los cocineros y buscada por los más gourmets!
Os servimos una pieza de aproximadamente 1 kg, perfecta para ocasiones especiales.
Son varias las historias que explican el origen popular de su nombre. El término “gallo” le viene por las aletas que tiene en la parte superior, de formas y colores vivos, parecidas a las de un gallo.
El nombre de San Pedro se le da porque dicen que San Pedro lo cogió con los dedos para sacarle unas monedas de oro que el pescado tenía en la boca y que le sirvieron para pagar algún tipo de contribución religiosa. Otra versión explica que San Pedro era un glotón y que bajaba a coger el mejor pescado. En cualquier caso, es uno de los pescados más valorados, no solo en el Mediterráneo, sino en todo el planeta.
En primer lugar, si lo queréis cocer entero, solo tendríais que abrirle la barriga y vaciarla de tripas. La escama del San Pedro es muy pequeña, solo con un chorro de agua ya queda limpio. Podéis cortarle las aletas, pero si lo cocináis entero, no será necesario (y, además, son muy bonitas).
Si, en cambio, desea hacerlo en filetes, lo primero que necesita es hacerle un corte lateral que recorra toda la espalda de cabeza a cola y recorriendo el interior de la espina hasta que esta se ensanche en su interior. Seguidamente con el cuchillo (largo y fino) y en perpendicular al cuerpo, siga el filete de cola a cabeza, presionando con la mano la carne del pescado para poder guiar el cuchillo. Este procedimiento se realiza por los dos lados.
Es común comerlo al horno, entero, en su punto justo para que se ase y conserve su melosidad. Cortado a porciones, con espina, se puede utilizar en guisos, salsas y zarzuelas. Pero como es más bueno es seguramente a la parrilla, con la piel crujiente y el interior jugoso. Sin embargo, y ya que la parrilla no es habitual en muchos hogares, fileteado y marcado a la plancha, haciendo que la piel sea crujiente y manteniendo el interior tierno y meloso, proporciona un resultado sorprendentemente sabroso.
Es del tipo de pescado que no necesita más que un toque de sal y un buen aceite de oliva virgen extra para potenciar todas sus particularidades aromáticas y gustativas.
Acabado | A filetes, Sin Limpiar, Sin tripa ni escamas |
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Lote de conservas
Perfecto para un aperitivo de Navidad.
Incluye:
Piezas de 1 kg
Ideal para 4 personas
Perfecto para hacer al horno