Características
La dorada, ha perdido la dimensión gastronómica de la que había disfrutado en un pasado, el ser uno de los pescados de carne más apreciada. Son muchas las recetas clásicas y/o populares en que la dorada lidera la receta; dorada a la sal, dorada al horno con patatas y tomate, etc. Hoy seguramente son las variedades de piscifactoría, de carne menos fuerte que la de dorada salvaje y de sabor menos fino, las que han mermado su fama, pero aun así sigue siendo uno de los pescados de carne blanca más consumidos. La dorada, nombre que le viene dado por el color de su lomo, es un pescado que en estado salvaje puede convertirse en muy grande (ejemplares de 70 cm son adultos habituales) viviendo hasta los 10 o 11 años. No se debe perder la oportunidad de disfrutar del sabor y la textura de una buena dorada salvaje.
Cómo se limpia la dorada
Es un pez de escama gruesa; en primer lugar hay que cortar con unas tijeras las aletas que tiene repartidas por el cuerpo, a continuación eliminar las escamas con una escamadora o con el lado no cortante de un cuchillo grande, el sentido debe ser de cola a cabeza para eliminar escama correctamente. Después de pasar agua basta con abrir la panza, con las tijeras, y vaciar la tripa.
Se puede elaborar entera, preferiblemente al horno o a la parrilla, pero también se puede filetear y cocer los filetes a la plancha. Para filetear hay que recorrer, con un cuchillo afilado, la espina de la parte superior; luego colocar el cuchillo en perpendicular al cuerpo y empezando por la carne de la cola, ir recorriendo la espina hasta la cabeza. Una vez extraído el filete, eliminar las posibles espinas que hayan permanecido en su carne.
Cómo se cocina la dorada
Los ejemplares pequeños no son muy grasos, pero una buena dorada salvaje y vieja tiene una cantidad de grasa bastante significativa. Si queremos hacer las doradas pequeñas al horno, o a la parrilla, hay que hidratarlas con alguna grasa o protegerlas de calor seco (un papillote o un recubrimiento de sal son ambas excelentes opciones), sí en cambio, los ejemplares son más grandes solo hay que graduar la temperatura para que no sea muy elevada y el resultado demasiado seco. Los filetes se pueden hacer a la plancha, primero por la parte de la piel y a fuego medio, con un poco de aceite de oliva virgen, para que la piel quede crujiente y el sabor redondo. Una vez el filete cocido hasta la mitad de su espesor, girar y repetir el proceso por el lado de la carne. Como pescado blanco es también ideal para hacer un arroz de enfermo (arroz hervido con ajo y dorada desmenuzada) o bien para protagonizar una brillante sopa de pescado con almejas y arroz.
Receta de dorada en microondas
No acostumbramos a dar recetas en el microondas pero el equilibrio del todo enriquece el conjunto así que haremos una propuesta fácil para hacer una comida en un tiempo récord.
Puede adaptarse al horno, aumentando el tiempo, si no tiene, o no les gusta el microondas.
En un recipiente apto para ir al microondas colocar una cebolla cortada en juliana fina, un ajo laminado (si tiene y les gusta, unas láminas de jengibre), una cucharada sopera de agua y una de aceite, un poco de sal, tapar y poner en el microondas durante unos 3-4 minutos hasta que la cebolla esté blanda.
Una vez limpia la dorada pongala encima de la cama de cebolla y ajo, rociar con un sorbo de vino blanco, incorporar las hierbas que más les gusten (romero, tomillo, laurel, etc) y salpimentar.
Tapar el recipiente y reincorpórese al microondas, a máxima potencia, durante unos 3-4 minutos (dependiendo del tamaño de la dorada).
Puede acompañar la dorada con cebolla con un arroz hervido o una patata chafada (que también puede cocer entera en el microondas en un bote con un poco de agua (que le llegue a la mitad de la altura de la patata) y tapado durante unos 5 minutos.
Hoy una cocina rápida y fácil adaptada a los nuevos tiempos, adapte la receta también a los ingredientes que le gusten y tenga a mano (pimiento, ajos tiernos, judías, etc.) y acabe la comida con unas piezas de fruta cruda (o intercalar una ensalada).
Buen provecho.
Autoras: Nuria May y Anna Tantull